De los códigos de barras a
los códigos QR… ¿Qué impacto tienen en nuestras bibliotecas?
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in Bibliotecas, Tecnologías
de la información By Firmas Invitadas On agosto 8, 2013
Alcances generales
Los hemos visto en paneles
publicitarios en la calle, en propaganda de la TV, en las etiquetas de algunos
productos, en folletos de servicios, en exposiciones de arte y, últimamente, en
lápidas. El uso de los códigos QR, conocidos también como quick response code o
“código de respuesta rápida”, está propagándose a gran velocidad en los
diferentes sectores de nuestra sociedad: empresas, publicidad, supermercados,
televisión, industrias, restaurantes, anuncios, museos, archivos, bibliotecas,
blogs, sitios web, etc., ya sea en publicaciones impresas, soporte digital o en
cualquier otra superficie.
Imágenes tomadas de Google
¿Qué es un código QR?
Es un sistema de almacenamiento de información que nace en el año 1994,
con la compañía japonesa Denso Wave (subsidiaria de Toyota para los proveedores
de piezas de automoción), que se utilizó, en principio, para gestionar los
procesos de las piezas de repuestos de fábrica a gran escala. Nos permite
guardar hasta 4296 caracteres alfanuméricos y 7089 numéricos, y es de
licencia abierta.
Delgado (2013), señala que los códigos QR pueden contener información
precisa, y que nos puede remitir a un sitio web o que, en todo caso, puede ser
una mezcla de ambos para aplicaciones más avanzadas.
Dependiendo del tipo, pueden contener diferente
información. Un código QR puede ser generado para que almacene información sólo
numérica (por ejemplo el valor de un producto en un supermercado) o información
alfanumérica (como una dirección a un sitio web) o de tipo Binario (para
aplicaciones informáticas avanzadas). Normalmente estos códigos se leen con
cualquier dispositivo móvil cámara que tenga una aplicación capaz de
interpretarlos, la mayoría de las veces el código QR lleva a un sitio en
Internet que enriquece el contenido impreso.
Aplicaciones
Los códigos QR tienen infinidad de
aplicaciones en los diferentes sectores industriales, sobre todo en la
publicidad y en el marketing; pero también es resaltante destacar su impacto y
adaptación enbibliotecas y museos, pues permiten conectarnos de
manera inmediata y directa a un sitio web, dirección e-mail, página en Facebook,
exposición, video, obra de un autor, aplicaciones para descargar, etc.
Por ejemplo, se pueden poner códigos QR a los libros, ya sea en el lomo,
la cubierta, o en alguna parte donde el usuario pueda identificarlo
rápidamente. De esta manera nos proporciona información complementaria del
recurso: conectándonos al registro bibliográfico, sitio web del libro, video,
nuevas adquisiciones, sinopsis, obras del autor, Facebook de la biblioteca,
blog, o cualquier otro hipervínculo que nos remita a alguna aplicación
específica.
Jana Soto (2011) precisa que los códigos QR son herramientas de interconectividad que nos permiten pasar de lo impreso a lo digital:
Jana Soto (2011) precisa que los códigos QR son herramientas de interconectividad que nos permiten pasar de lo impreso a lo digital:
Se trata de un sistema de hipertexto capaz de
conectar el mundo ‘real’ con el ‘digital (es decir, podemos pasar desde un
artículo de un periódico en papel, al visionado de un vídeo relacionado con ese
artículo en Internet) .
Video comercial sobre código QR (2011) difundido por La Sexta TV de
España
El código QR aplicado a las bibliotecas
Aplicado a las diferentes áreas de bibliotecas, los códigos QR tienen un
gran impacto: se convierten en herramientas que coadyuvan a la gestión y
difusión de los distintos recursos bibliotecarios, ofreciendo una gama de
posibilidades diversas. Además, posibilitan una nueva ventana de comunicación
con nuestros usuarios.
Gutiérrez (2012) manifiesta al respecto:
Las ventajas de usar el etiquetado móvil, y
precisamente el código QR, es que el acceso a la información es rápida y el
mundo físico se mezcla con el mundo digital instantáneamente ofreciendo al
usuario encontrar información digital adicional disponible sobre los recursos
de la biblioteca a través de su dispositivo móvil.
La Biblioteca de la Universidad Autónoma de Madrid (2013), señala
algunas de las ventajas de su uso:
o Facilita el acceso
rápido a las versiones adaptadas para móvil de sitios webs o perfiles sociales
de la biblioteca (blogs, Twitter, Facebook, Linkedin, etc).
o Complementa la
información de carteles, paneles explicativos, directorios (con enlace a un
mapa de situación), derivando a la dirección web sobre el evento o servicio en
cuestión,
o Da acceso a
sistemas de ayuda o referencia bibliográfica mediante SMS
o Se puede localizar
físicamente en las estanterías, permite acceder a los libros electrónicos que
se encuentran disponibles sobre una materia concreta en esa estantería,
o Insertados en los
registros bibliográficos del catálogo en línea, puede facilitar el manejo de
esta información. Y al contrario, también: pegándolos al libro físico, a través
del móvil, se puede tener acceso a la información en el catálogo sobre esa
obra• Permite descargar archivos de sonido con audio-guías de cada planta de la
biblioteca y diseñar nuevos estilos de visitas guiadas.
o
En el siguiente video, Fernández de Arandiz (2012) nos explica las
aplicaciones prácticas de los códigos QR:
Por otro lado, Ashford (2010) presenta un listado de los usos del código
QR orientados a la alfabetización informacional:
o Códigos en las
estanterías de la biblioteca o tapas de revista, diario de las áreas que
apuntan a las publicaciones electrónicas en línea de materiales impresos o
guías temáticas del área.
o Las etiquetas se
distribuyen en lugares de la biblioteca con enlaces a explicaciones sonoras del
lugar donde se encuentra y datos de la colección.
o En los registros
del catálogo para ofrecer a los usuarios información básica sobre el tema
específico.
o Utilizar el código
QR para entregar información sobre cómo ubicar un libro en la estantería.
o Código QR colocados
en las guías de investigación que van a los sitios móviles sobre el tema para
usar en su posterior consulta.
o Código QR
para una lista de reproducción de videos tutoriales sobre cómo utilizar los
distintos recursos de información en YouTube.
o Colocar el Código
QR con link hacia las novedades en las estanterías de la biblioteca.
En el Perú
La expansión de los códigos QR se dio
aproximadamente a principios del año 2011. Así se tiene a la Pontificia
Universidad Católica del Perú (PUCP) que como valor adicional presenta
algunos de sus registros bibliográficos con códigos QR en su catálogo; además
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la Universidad ESAN, la
Universidad de Lima, la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC), entre otras,
promueven y difunden sus ofertas académicas y servicios bibliotecarios a través
de sus sitios web, carteles, folletos, etc., usando códigos QR.
Asimismo, diarios peruanos como Perú.21, Publimetro y El Comercio, han
publicado algunos artículos con códigos QR. Igualmente, algunos supermercados
(Wong), municipios (La Molina, Miraflores) y restaurantes, etc., incorporan la
tecnología QR en sus productos y servicios.
A modo de conclusión
Aunque los códigos QR fueron
inicialmente concebidos para ayudar en el inventario de repuestos de vehículos,
su difusión se propagó a gran escala con la aparición de teléfonos inteligentes
(Smarthpones, Ipads, tablets, Android, blackberry, etc.), mientras que su
aplicación ha revolucionado el comercio y marketing de las empresas. Este
proceso de expansión no podía dejar al margen a las bibliotecas universitarias,
públicas y nacionales, en las que tiene un gran impacto. En ellas, los códigos
QR tienen un importante alcance, en especial en el marketing de los servicios
bibliotecarios, catalogación de recursos, inventario, difusión de nuevas
publicaciones, etc.
No obstante ello, y como es natural en el desarrollo de las tecnologías,
hoy somos testigos de cómo los códigos QR van dejando paso, poco a poco, a una
aplicación denominada Realidad Aumentada (RA) o AR (Augmented Reality), que
permite la interacción de una realidad física (la nuestra) con una más directa
y aumentada (3D), a la que nos vincularemos y conectaremos virtualmente. En
suma, sea con la tecnología QR o la RA, ambas nos permiten y/o permitirán
lograr una mayor interacción, accesibilidad y disponibilidad de recursos. La
aparición de una nueva tecnología no va a significar necesariamente la desaparición
de otra; por el contrario, las sincretizará a ambas y su puesta en marcha en
las bibliotecas dependerán, en gran medida, de lo que cada biblioteca en
particular quiera lograr, mostrar y ofrecer a sus usuarios.
alejandra maría restrepo arbelaez